lunes, 25 de junio de 2012

La Mecánica del Corazón




"Primero, no toques las agujas de tu corazón,
Segundo, domina tu cólera
Tercero, y más importante, no te enamores jamás de los jamases.

Si no cumples estas normas, la gran aguja del reloj de tu corazón traspasará tu piel, tus huesos se fracturarán y la mecánica del corazón se estroperará de nuevo."
La mecánica del corazón, Mathias Malzieu.



Hace unos meses, hubiera jurado y perjurado que no hay edad para un libro, que si te gusta con 13 te gusta con 30, pero supongo que esta vez tengo que tragarme mis ideas. Porque he redescubierto este libro, este saco de metáforas cosidas con un hilo que se ve demasiado, pero que no termina de hacer feo. Supongo que hace tres años, cuando lo compré en la Feria del Libro de Madrid, me atrajo su portada y su título, y me disgustó su desenlace. Y es que ante todo he de preveniros, no es un final de los que a mí me gustan. Ya sabéis como me gustan a mí los finales, ¿no? Sin embargo, el sábado por la noche lo vi en la estantería, y me encontré a mí misma tratando de recordar la aversión que me producía el simple hecho de oir "La Mecánica Del Corazón".

"Love is dangerous for your tiny heart even in your dreams, so please dream softly"

Bienvenidos, pues, a la historia de Jack, cuyo corazón no pudo resistir a la noche más fría de Edimburgo y tuvo que refugiarse tras un antiguo reloj de cuco, que marcó su ritmo desde entonces, que contó latidos al principio, luego suspiros, después caricias y por último agonías. Y aquí os dejo, donde podéis seguir vosotros solos. Sólo quisiera añadir una canción que parece hecha para la ocasión y que llevo oyendo tantos años que parece que nació conmigo.


 

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