sábado, 13 de mayo de 2017

Un año más tarde...

Tu pelo negro, negro de pupilas que me miran y me siguen, y mirando hacia arriba todo está apagado. Ni la luna ni sus estrellas salieron esta noche. Tenían planes, dijeron, pero ahora gritan y nadie las oye, y chocan y caen como granos de arena en un reloj. Ahora la noche no brilla y el día nos ciega, y una primavera enfurecida juró no venir ya nunca más.

Tu pelo negro, negro como el luto, me dijo "hasta la última gota", y yo obedecí. Hasta la última gota, también, llovieron lágrimas que medio vaciaron el vaso. Ahora sólo queda un mar que a veces es charco, a veces profundo y otras trivial.

Tu pelo negro, como la boca del lobo que sopló y me dejó sin techo, ¡menudo genio! Siempre supe que acabaría cosido a tus pies, o en una lámpara colgado de tu cuello. Ahora sólo quedan las palmas, palmas en mis oídos, mi boca, mi vientre, que retumban por las calles, por las venas, que prenden mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario