Una serie de obligaciones, III

Acto tercero

Taller de algún oficio inidentificable. Un panel en la pared con herramientas extrañas, oxidadas y herrumbrosas pero extrañamente familiares. Sólo se reconoce una LLAVE INGLESA y quizá algún que otro martillo. Junto al panel, una mesa de trabajo. FIGURA 1 se afana sobre ella manipulando y toqueteando los cachivaches desperdigados sobre la superficie. FIGURA 2 está cerca, aunque algo apartada del meollo, hombros desganados y cara distraída, aunque no la vemos.

FIGURA 2: Reprime un bostezo. Todavía no entiendo qué hago aquí.

FIGURA 1: Oh vamos, deja de lloriquear. No es como si te estuviera haciendo sudar.

FIGURA 2: Pero es que es ridículo...

FIGURA 1: Chist. Chista y se pone el dedo en los labios. Haces mucho ruido. Anda, calla y acércame la llave.

FIGURA 2: Chist a tu padre, guapa. Murmura entre dientes mientras alcanza la LLAVE INGLESA.

FIGURA 1: Intenta fingir que no le ha oído, pero esboza una sonrisa traviesa.

LLAVE INGLESA: Atiende dócil a las exigencias de FIGURA 1.

FIGURA 2:  Expresión aburrida, tono aburrido. Al menos podrías decirme qué es lo que estás haciendo exactamente. Llevamos aquí un buen rato y sólo te has dedicado a marear ese cacharro.

FIGURA 1: Sin levantar la vista. Tu madre no te enseñó a no quejarte, y a aguantar tus penas en silencio como un chico grande, ¿verdad?

LLAVE INGLESA: Guarda silencio.

FIGURA 2: Me consta que a ti la tuya te habló sobre no ser un grano en el culo para los pobres mortales que te rodeamos, pero claro, no le hiciste ningún caso, para variar.

FIGURA 1: Anda, vamos. Me adoras.

FIGURA 2: No.

FIGURA 1: Risilla aguda.

FIGURA 2: ¡No!

LLAVE INGLESA: Guarda silencio.

La LLAVE INGLESA es interrumpida por un fuerte sonido, como si en cada bombilla hubiese despertado una abeja furiosa. Destello prosaico. La sala queda a oscuras. Se oye a FIGURA 1 y a FIGURA 2 tropezar, aturullarse y maldecir en arameo. También se oye un 'dong' de algún metal caído.

FIGURA 1: No. No. Nonononononono…

FIGURA 2: ¿Qué?

LLAVE INGLESA: Guarda silencio.

FIGURA 1: Abre y cierra cajones buscando algo. …nonononononononono…

FIGURA 2: ¿Se puede saber qué pasa?

FIGURA 1: Ha encontrado lo que buscaba: un par de VELAS y unas cerillas. Enciende una cerilla, supongamos que contra el zapato. Antes de verse la luz se oye el chisporroteo. Universo alternativo. No hagan preguntas.

FIGURA 2: ¿De dónde ha salido eso?

FIGURA 1: ¡Sujeta! Estampa las VELAS en el pecho de FIGURA 2.

FIGURA 2: Agarra las VELAS con actitud perpleja y algo confundida.

FIGURA 1: Enciende  VELA 1. Enciende VELA 2. Apaga la cerilla con un soplido de cumpleaños. Arrebata bruscamente VELA 2 de las manos de FIGURA 1.

VELA 2: La falta de tacto le indigna y se plantea apagarse pero decide dejarlo estar.

FIGURA 1: Revisa los posibles desperfectos de su artilugio misterioso a la luz de VELA 2 y ajena a su agravio. Comprueba que está todo tan roto como lo había dejado. Suspiro de alivio. Se gira hacia FIGURA 2. Alégrate, llorón de la colina. No ha habido desperfectos. Ni la furia de los elementos ni los poderes de los hombres podrán frenarme en mi empresa.

FIGURA 2: Sarcástico. Uy, que bien, ahora podrás seguir intentando salvar el mundo. Se pone serio de repente. Porque no estás intentando salvar el mundo, ¿no?

FIGURA 1: Levanta las cejas con una sonrisa de suficiencia mientras le tiende a VELA 2 para seguir trabajando.

FIGURA 2: Rueda los ojos, los limpia un poco y los pone de nuevo en su sitio. Muy bien, no tengo intención alguna de que esto se convierta en una romántica noche a la luz de las velas, así que recoge y nos vamos.

VELA 1: Lleva a cabo un lento proceso de combustión.

LLAVE INGLESA: Guarda silencio.

FIGURA 1: Chorradas.

FIGURA 2: ¿Chorradas? ¿Pretendes seguir hurgando la chatarra a oscuras? Oh, vamos, sí, hazlo, y de aquí a unos años estarás más ciega que un topo…

FIGURA 1: Le interrumpe. Chorradas. Esto nunca podría ser una cita.

FIGURA 2: ¿Es decepción lo que vemos en su cara? ¿Eh?

FIGURA 1: Aparta la vista de la mesa, mira con sorna a FIGURA 2, luego a las dos VELAS que sujeta, luego a FIGURA 2 de nuevo.

FIGURA 2: Pilla el chiste malo, muy malo. Ja. Ja. Ja. Está bien, doña humores, me largo. Puedes sujetar tú tus velas si te place.

FIGURA 2 suelta las VELAS en manos de FIGURA 1 y se dispone a abandonar el taller.

FIGURA 1: ¡Espera!

FIGURA 2: Se gira, dispuesto a aceptar las disculpas y a quedarse un rato más si FIGURA 1 se arrastra lo suficiente. ¿Sí?

FIGURA 1: ¿Me compras un candelabro?

FIGURA 2 emite un digno sonido de indignación y abandona la sala con la mirada en alto. Deja atrás a FIGURA 1, risa clara e inocente. Muere VELA 1. Muere VELA 2. A LLAVE INGLESA la cuelgan por sus crímenes. FIGURA 1 abandona la sala, y corre en pos de FIGURA 2, con la risa todavía en los labios, maquinando.

Fin de la escena